Golpe tras golpe
los sentimientos se inflaman.
Me titulan jaques del oficio,
moretones del destino.
¿Diagnostico?
Masoquismo...
¿Diagnostico?
Masoquismo...
Finalmente nadie tiene acceso
a la experiencia real de quien escribe
casa, amor, aviones, distancia,
la rigurosa relación del hombre
con sus cuitas
mientras llegan las cosas, golpean
con nudillos de plata,
golpean con áspides de bruma,
Y es raro estar enmascarado
tras el velo de la pasión poética,
ácida y pueril,
irreverente,
insensata,
peligrosa.
¿La felicidad?
Una receta inútil
cuando se sueña no estando dormido,
ácida y pueril,
irreverente,
insensata,
peligrosa.
¿La felicidad?
Una receta inútil
cuando se sueña no estando dormido,
abriendo un surco tal vez,
echando sal o arañas de la mente ahí,
se conjetura
anduvo por aquí ese hombre,
pudo callar y no lo hizo,
pudo gritar pero es mudo.
¡Es un hombre!
pudo gritar pero es mudo.
¡Es un hombre!
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