viernes, 27 de febrero de 2009

¿Feliz Cumpleaños?








Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.

Todo ha quedado allí, las botellas, el barco,

no sé si me querran, y si esperaban verme.

En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,

una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.

Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,

yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.

Mi mujer sube y baja una pequeña escalera

como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.

Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.

Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran

a la ventana que tengo a mi espalda.
Sin embargo, ya son 26 episodios de una vida infame,
desalmada
pero tan tan pero tan linda... ♪



D.

jueves, 26 de febrero de 2009

Rutina





Mujer...
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Mujer...
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay mounstros
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Mujer mi amante...
Tengo veintitantas tonterías que encadenar
a mis ventintantos tontos años sin piedad
También mis ojos tienen ventitantos
y sin embargo no dicen nada


Mujer...
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Còmo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Mujer...
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era un anciano
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niño
es decir ayer
es decir hace siglos

Mujer...
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Mujer...
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo





miércoles, 25 de febrero de 2009

Complot


Libros aledaños a la cama
que no conllevan la angustia del amanecer
Semanas que no terminan
y de repente
vuelven a empezar
Rosas disecadas del funeral que nunca fue
(el de diciembre)
Cuatro metros para respirar
desde la cama hasta el techo,
y una caja de cartas donde el remitente promete falsedades
muertos de accidentes al pie del ventanal
Páginas convertidas en barquitos sin rumbo
ardillas mañaneras con acrobacias de tendido eléctrico
y un nido depredado.
Un lunar de hombros desnudos
que desaparece como colilla rebelde en el asfalto
Cabellos bajo la almohada
en los que se sueñan sueños de viajes que llevan a Europa
tan lejos y manos tan cerca
Granizos que mueren de vértigo en un parabrisas
Miradas cómplices de la nieve,
mientras nos robamos la corona de los muertos
Júpiter ingrávido que mira por el telescopio
y Orión que huye hacie el cenit
Rótulos que señalan la ruta a la nada
(Barcelona, Barcelona, Barcelona...)
y hojarascas que revolotean en el camino desde mi mente
El listado provisional de amantes
y un gato que se fue a buscar lo que aún no ha ocurrido.
El destino...
los añicos de un castillo
el murciélago del teatro
la ruina del palacio
el olorcito de la biblioteca
un beso de pesadilla
con aliento suicida
el azul del misterio
y sus palabras en la esquina
y la lagartija que huyó por el pequeño túnel
¿Hacia la luz?
un cumpleaños de cerros verdes e izalcos
amigas de espaldas recostadas en el umbral de la insolación
La casa de Frida
la promesa de buscar
La fortaleza que tengo
todo lo que perdí
que no puedo tocar





martes, 24 de febrero de 2009

Sueños de infancia...

Quería soñar un hombre, quería soñarlo mágico.
Así, agotando cada espacio de mi alma,
viene una confidencia, que saben murmurar mis labios:
“Nunca me repondré, de mi incomparable infancia”.

El hombre en sueño y vigilia,
no es más que las respuestas de mis propios fantasmas...
Aquellos, que hoy vuelven de mi infancia.

Mi presente melancolía, idealiza hoy quizá, un lapso de felicidad...
Donde mi memoria reflexiona, en perfección inconsciente.
.. Se filtraba el sol apenas por las rendijas de la ventana,
Sentía gozo profundo, con la llegada del día.
Por aquellas noches, al apagar las luces de la casa,
Un escalofrío me invadía...
Cerraba mis ojos,
Y en un trance de dicha intensa, alimentaba mis fantasías.

Ambicionaba ser digno de amor y de buen afecto,
ambicionaba libertad y felicidad.
Daba lugar a un futuro lejano,
Y en estado de aislamiento, fabricaba una vida adulta.

Entre sábanas húmedas, construí un castillo.
Con la convicción de que en mi adultez sería feliz.
Me maravillaba componiendo sueños,
penetraba cada enigma del orden superior.

Como acto continuo, logro dormir un trecho,
purifico mi alma.

Aquella noche escapo al tiempo, el niño de mi infancia soñó deliberadamente,
noche tras noche...

Sin reparar en sueños la felicidad se desvió,
Emprendió una fuga irreversible.
La bruma se apoderó de ella, desapareció el entusiasmo...
el sueño ya era intenso.
Envejecí de manera disparatada.

Para reanudar esta historia,
espero frente a esta luna...
Donde mis fantasías peregrinan como en una ficción,

y tan solo hoy puedo ir en busca de una estrella...
Pero aquel niño se burla desde mi infancia... soy naúfrago de él.


Tan solo quería soñar un hombre...
ese era mi propósito

lunes, 23 de febrero de 2009

La fábula de un hisopo...



I

Esto que ves,
esto que ves en mi mano,

no tiene cáscara de fruta;

No tiene el cítrico jugo que amargue,

o que le dé dulzura a la vida...


Esto que ves,

es único y no tiene semilla.


Pero ésto,

esto sí es mi fruto.

Un fruto que saqué rompiendo mi costilla,

un fruto que saqué de mi cuerpo de madera,

de madera,

de tronco,

de tronco de madera fina.


Esto es el fruto de mi vida.


Esto que ves,

esto que ves en mis manos,

es un fruto que tiene toda mi vida;

Un fruto que está hecho de sueños hermosos y de pesadillas;

De lágrimas,

pláticas mustias,

horas enteras de pesados silencios,

y también está lleno de mis más felices risas.


II

Este fruto,
este fruto color manzana o sandía,

figura de naranja,

tamaño mandarina,

este fruto nunca visto contiene toda mi vida;

todo lo que vale la pena de mi vida.

Está en el puño de mi mano que acerco a tí,

para que le des una mordida...


Es un fruto único,

es casi una flor,

es un nido,

es la figura que se le da a una canción o a una hermosa melodía...

es el contenido de todo sentimiento que me agobia,

o que me da alegría...

Lo es todo,

son todas mis noches,

son también todos mis días;

Van todos juntos mis recuerdos,

frustraciones,

mis errores,

mis vicios y defectos,

tambien mis fantasías...


Este fruto como ves,

es más que una poesía,

esto que ves en mis manos,

esto que te ofrezco enseguida,

esto,

es una forma de darme todo,

es el corazón de un árbol que aún palpita,

es una fruta que aún vive,

y que muere lentamente

si alguien no le ofrece una mordida.


Quiero que la tomes.

Quiero que me comas,

tómalo como una ofrenda, mi querida princesita...

Mira que me muero lentamente,

y sólo tú me puedes devolver la vida.


Sólo tú, querida,

sólo si te atreves y tomas el regalo que te dan mis manos,

y lo llevas a tu boca,

y me besas,

y me haces el amor mordida tras mordida...

y me llevas a tu vientre,

y me dejas recorrer por dentro esa figura tan divina...


No lo pienses,

No lo pienses demasiado porque el tiempo se termina...

Tómame en tus manos y lléname de besos,

lléname de besos y caricias hasta el punto del cansancio...


Baja de tu nube,

hermoso sol y bésame despacio,

Házme el amor y debórame enseguida,

que quede muerto ese cuerpo de madera,

y en tus labios, la escencia de mi vida siga viva.


Quiero,

quiero que bajes de esa nube,

hermoso sol, mi Diosa favorita...

Bebe de mi alma,

bébeme enseguida,

bébeme de prisa...

Bebe que se escapa entre mis dedos esta fruta,

esta ofrenda,

este corazón que desea besar tu risa;

esta ofrenda que es lo único que tengo,

y que en ella te doy toda mi vida.


III

No me dejes,
No me dejes que me he sacado el corazón,

y para esa decisión no tengo ya salida,

No te vayas,

no me dejes que me mata esta agonía;

que este fruto que te ofrezco

y que es todo lo que soy y lo que tengo,

tambien se morirá conmigo cuando estés muy lejos y se acabe el día.


No me dejes que mañana,

este tronco aquí que ves,

no será más que una astilla.

No será más que madera que no tenga sonrisa,

que ya no tenga flores,

que ya no invite golondrinas,

que sus hojas, aún en primavera,

se pinten ambas caras de amarillas,

y esta sombra, que invita a enamorados,

se convierta en laberintos sin salida de mis ramas retorcidas.


...


IV

Esto que ves,
esto que ves en el piso,

marchita,

esa fruta que ves es mi vida.


La noche que me atrapa,

prolonga y hace eterna mi agonía...

Tirado,

hecho pedazos en el suelo,

está el regalo más hermoso que se le haya ofrecido a alguna Diva.

Está cubierto de tristeza,

ya no le queda ni una gota de alegría,

ya no le queda más que el grito de lamento y esa risa,

el recuerdo más hermoso,

de haberla visto,

-aunque sea pasar de prisa-

y haber sentido su calor intenso,

y la cálida textura de la más tierna caricia...

El recuerdo aún tan tibio,

de haberla amado en ese instante, hasta el grado de perder la vida.


Bien valía,

sacarse el corazón por esa alma divina.


Por eso,

aunque esté aquí yo,

con este cuerpo de madera ya sin vida,

Juro,

juro que si vuelve a pasar mañana,

y tuviera yo de nuevo un corazón,

juro,

juro,

que otra vez se lo daría...


domingo, 22 de febrero de 2009

Love is in the air...



A veces escribo cartas para no sentirme atado,

para no aferrarme a remilgos que yo quisiera abolidos de mi vida.

De mi vida,

Y pinto de colores los sobres. En el remite soy un enigma.

Espero siempre una respuesta para sentrime querido

como los niños chicos. Como los niños chicos.

Mensajes que llegaran, papeles envolviendo una piedra.

Mensajes de cariño que rompìeran el cristal de mi cuarto.

Quién pudiese ingerir un fármaco precioso...

Convertir en realidad todos esos sueños.

Cartas que me dijesen cosas bonitas

como que vendrás a maullarme de contraseña en la madrugada

bajo mi ventana. Bajo mi ventana.

Que corriéramos campo a través, a la luz de los fulgores del alba.

Chispas blancas sobre el rojo violento. Y que hiciésemos cabañas

en los árboles. En los árboles. Mensajes que llegaran, papeles envolviendo una piedra.

Mensajes de cariño que rompieran el cristal de mi cuarto.

Quién pudiese ingerir un fármaco precioso...

Convertir en realidad todos esos sueños.



sábado, 21 de febrero de 2009

Adicción

Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,

no hasta dos ni hasta diez

sino contar conmigo.

Si algunas veces

advierte

que la miro a los ojos,

y una veta de amor

reconoce en los míos,

no alerte sus fusiles

ni piense que deliro;

a pesar de la veta,

o tal vez porque existe,

usted puede contar

conmigo.

Si otras veces

me encuentra

huraño sin motivo,

no piense que es flojera

igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato:

yo quisiera contar con usted,

es tan lindo

saber que usted existe,

uno se siente vivo;

y cuando digo esto

quiero decir contar

aunque sea hasta dos,

aunque sea hasta cinco.

No ya para que acuda

presurosa en mi auxilio,

sino para saber

a ciencia cierta

que usted sabe que puede

contar conmigo.




miércoles, 18 de febrero de 2009

¿Y por qué llegó a mi vida?


En el eco de mis muertes

aún hay miedo.

¿Sabes tu del miedo?

Sé del miedo cuando digo mi nombre.

Es el miedo,

el miedo con sombrero negro

escondiendo ratas en mi sangre,

o el miedo con labios muertos

bebiendo mis deseos.

Sí. En el eco de mis muertes

aún hay miedo.
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