El perdón no tiene motivo en noches estériles
quien diría que la vieja brújula caducó en su camino,
no hay dolor que no busque el placer innato,
yo perdí el olfato de las sensaciones.
y aún parezca irreal sigo vivo
Persisto en mil intentos
coqueteo con la mediocridad y busco título a mi historia.
Sin embargo, el destino es frágil y mi voz no existe
porque los fantasmas sentimos pero sólo asustamos
Mientras tanto un reloj me dice que hacer
y sigo acostumbrado a dar un paso atrás
Pierdo jugando con la soledad
apuesto mis sentidos y mi razón transitoria.
Esa mesa no calcula la levedad de las palabras
esa hoja no comporta la blancura huidiza
en ningún poema cabe la ausencia de la ausencia muerta
el silencio en el silencio silencia.