Me gusta suponer que me extrañas,
que cada noche desciendes al infierno
al noveno circulo como el pagano Virgilio
sin mi.
Presuponer tus días vacíos sin horas,
combinando palabras en locura y delirio
en rimas e interminables sonetos,
sin mi.
Ansiando que me enrede en tu dorada cabellera,
cubriendo tu pecho con lunas llenas,
colocando estrellas en tu cintura ¡absurdo!
sin mi.
Me deleita pensar que estas sin voz,
de tanto llamarme, tu boca de fuego,
es ahogada por tormentas de nieves,
sin mi.
Me gusta pensar que los recuerdos
te invaden y lloras sin consuelo.
Y que buscas consuelo en otras bocas
Pero mientras tanto aun piensas en mi,
sin mi.