Ella ríe cuando llora,
daña sin maldad,
enamora almas negras que vagan a su alrededor,
se deleita con sus manías.
se deleita con sus manías.
Ella encandila a los incrédulos,
miente para decir la verdad,
subsidia de ilusiones a los estériles de sentimientos.
desprecia idealismos.
desprecia idealismos.
Ella quiere dar nombre a la velocidad del parpadeo,
deslizarse como el heno en su perfume,
llegar a entender
en el rugir del trueno
la seducción de los acantilados,
el reflejo que no explica el amor.
Ella mira en las aguas las profundidades,
se cautiva con la simpleza,
y colorea la amargura de un rojo labial.
Ella siente,
no piensa porque pensar es de imbéciles,
baila sin sentido,
endulza lo que toca.
Ella no es tristeza ni alegría,
Ella no es tristeza ni alegría,
pero enaltece mi mediocre hombría.
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