jueves, 6 de mayo de 2010

Ausencia



El sol, radiante, está en cada sitio;

cada brusca se deja iluminar por su calor.

Distiende el verano esos viejos silencios

que crispan el alma ahora que la luz

saca a relucir al fin el polvo rancio

de los desvanes y las viejas azoteas

y hace más tolerable la lucidez.

No hay rupturas

La calma también se lamenta

y puede llenar todo el tiempo de la noche.

Los resquicios todos pueden ser una sostenida y rebosante paz.

Tiempo de dormir,

tiempo de soñar.

Hasta que, violenta,

la pesadilla irrumpe y rasga.

Ya nada volverá a ser igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...