viernes, 29 de enero de 2010

Hombre sin luz...


Las pistas son símbolos que desde que aparecen se guardan en un espacio del imaginario, reubicándose en la temporalidad espacial para significar. Las coincidencias solo significan para uno mismo, aunque los símbolos muchas veces corresponden a arquetipos universales. El que dejó pistas, hoy podrá recordar quién es. Ellas, siguiendo un propósito oculto, trascendieron en el tiempo para hacérselo saber. Solo después después de mucho errar se está cerca de resolver el acertijo.¿Para que le buscan?¿Qué quieren?Su historia contiene la memoria, haciéndola permanecer.Cruzar el precipicio a ciegas puede ser peligroso.El ElfanteAun piadosa, llenaba sus soledades con la dulzura del asombro y era muy selectiva para ello. Una vez vio en la vitrina de un market un elefante que llevaba en la frente un hilo rosado de pompones colgantes. No dejó de pensarlo hasta que llegó a sus manos. El elefante permaneció hasta algun tiempo antes de que otros intereses abarcaran su mente. Finalmente se fue sin dejar siquiera recuerdo de su partida.Para cuando ella se detuvo a pensar, ya se le habían pasado muchos detalles, aunque valía la pena buscarlos y re examinar.Así conoció al misterioso hombre del portal. Si malinterpretaba el valor de su llegada vendría el final sin retorno ya evidenciado en aquello que produjo que lo encontrara. Estaba cantado.A pesar de la apariencia amenasante de la predicción, fue el carácter cósmico del encuentro con este hombre misterioso lo que la llevo a compartir una iluminada tarde de invierno en su casa. Ella daba cara a cara con el cojín de elefante bordado en dorado que el sillón de la sala sostenía, mientras se perdía en sus recuerdos tratando de recuperar su corazón cinco estrellas. Poco después llegaría la invasión de grillos.Otro hizo flotar el recuerdo...Las primeras pistas llegaron antes de lo que pudo comprender. Si a un niño le regálan ropa es probable que se desilucione, pero si cada presente está vinculado a un objeto representativo éste le suma valor intangible a lo material. Ese “objeto” era PepeGrillo que colgaba siempre de las tarjetas adheridas al papel de regalo. ¿Cuando se cansó de esperarlo?Según escuchó mucho después, PepeGrillo simboliza la consciencia de Pinocho. Esa voz interior, la verdadera guía. Fue ahi que ató cabos sueltos. ¿Quién era pinocho? ¿Un muñeco de ventrílocuos o un ser humano?...pero ya había aterrizadoMeses antes de escuchar el mito de PepeGrillo, la ciudad se vio invadida de grillos. Estaban en todas partes. No había quien no se lo recuerde. “Señora, nunca vi tantos grillos por la zona y estamos en invierno” le dijo el hombre que hacía delibery en la farmacia. Cuando la noticia llegó a sus oídos y después de haber visto por sí misma los grillos en los lugares más aberrantes, la cadena de asociaciones había empezado. Era su consciencia, utilizando los propios simbolismos de su experiencia para lograr ser percibida.Pero ni la señal del elefante en su cojín, ni los grillos lograron encender en su mente la clave. Tampoco lo hizo la idea de que sanar demonios de otros —en vista de no poder con los propios— podrían devolverle equilibrio a su camino errante. Nada logró traspasar la gruesa coraza donde se encontraba.Y solo bastó un sueñoEl elefante ofreció sus patas delanteras para coger al pequeño y colocarlo en su lomo, sería un gran paseo. Ella quedó aterrada. Aquello que en la niñez le causó asombro y admiración hoy era motivo de miedo. Se subieron sin ayuda y emprendieron el camino. Ella se sentía segura sobre el elefante, a pesar del incidente inicial, pero le esperaba una larga lucha cotra las sombras.

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