¿Conflictos?

Ninguna verdad de la razón podrá aceptar la existencia de fenómenos que no sigan un patrón mensurable. No por eso se puede asegurar que no existe lo aleatorio. Este paradigma determinista se viene abajo a consecuencia de lo que irónicamente desencadeno su apogeo: el desarrollo de la razón permitió acelerados adelantos científicos y tecnológicos que ahora forman parte de la cotideanidad de las personas y han cambiado inevitablemente sus valores y actitudes. De hecho, la sociedad postmoderna, no acepta una verdad absoluta y la existencia de lo subjetivo es evidenciada a través del individualismo. Aquí el círculo se cierra. Volvemos al inicio pero ahora conscientes de que gobernamos una realidad. Antes solo en las probabilidades del caos no era posible una manifestación, con el poder de la materialidad puedes jugar a crear. Si hay algo que el arte comparte en las diferentes épocas de la historia del hombre, es que representa de manera contundente lo intangible. Todas las obras son materializaciones de lo que partió de una idea, una imagen metal, o por que no, algo tan abstracto como una sensación. Las representaciones a su vez crean realidad alternas, con un sentido interno propio y una trascendencia indeterminable. El poder que genera la acción de crear y sus consecuentes realidades virtuales saben satisfacer el anhelo primordial del hombre, aquel que lo trabajo aquí y que es su causa final para el nuevo comienzo. “Cinco o sea cerebros comienzan hoy a albergar la idea de que también la física no es mas que una interpretación del mundo a la medida de nuestros deseos, una adaptación del universo a los mismos, pero no una interpretación del universo.”