¿Qué haremos mal si el amor es una trampa
ineludible para morir un poco menos?
Besos enfermos de raptos en camilla.
Dos cabezas al revés en una caja presionadas por un lápiz.
Enredo póstumo de piernas.
El fin en el abrazo se empecina con el rubor del tiempo.
No hay palabras para combatir el desencuentro.
Sólo cenizas.
Y habrán cuerpos que se busquen en mentes divorciadas.
Y labios criminales condenados en iracundos sueños.
Y labios criminales condenados en iracundos sueños.
¿Qué pena oscura desquicia al amor en este rincón?
La fábrica de lágrimas está en huelga.
La fábrica de lágrimas está en huelga.
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