Cuando termines de maquillarte
y te saques la ropa
la situación ya no te convencerá tanto;
te convence mucho menos
tener un cigarrillo en la mano.
-Parezco una puta abstemia...-
Te digo:
-"Entre la imagen y la persona
fotografiada, se interpone un ojo
que no es de nadie
y, entre parecer y ser
hay morfemas de diferencia.
La imagen fotografiada
no te pertenece;
y ahora tenemos otro verbo,
el verbo “tener" -
La sesión se torna existencialista,
ingenua,
estúpida...
pero todo se resuelve.
Cuando comprendes tu condición
de actriz, todo continúa
y seguimos adelante.
Porque aunque el reloj carezca de tiempo
en sus agujas anidan pálidas luciérnagas
que entorpecen su carácter.
Ya no avanzarán mas las horas
y que no avancen...
pues en su círculo se garabatea el destino.
Rayas diminutas que muestran una divertida desolación,
colores baratos entrelazados que cantan a tu fantasmal existencia
el himno de los que fueron buenos.
Hoy la ausencia se proclamó reina
mientras la espera del verbo soñar contagió todo.
Una ridícula, abrumadora y mediocre esperanza se consagra en la memoria.
Mientras tanto todo se ahoga en el submundo de los ciegos
incluso para los videntes que no sabemos nadar.
Y otra vez el reloj se confunde cuando el fin ha llegado
No faltará un imbécil vestido de sabiduría que recite:
"Fáciles son los comienzos
cuando las alegrías responden a penas
ya que sin penas las alegrías son estériles"
No cabe duda, cuando la música ha terminado
la función deberá de continuar.
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