Sonrisas desdichadas en el apagón del amor
nos amparan entre sus oscuros brazos.
Plaga eterna de oscuridad,
brillante en nuestras mentes y dañina en la realidad.
Sin poder respirar,
nos acobijamos en plena soledad
nos acobijamos en plena soledad
y riendo con los dientes cementados.
Condenados por el Reino de los murmullos,
nos hundimos con la alegría de saber que aún así permaneceremos juntos,
entrelazando cuerpos ya sin vida,
alejados de la ilusión que nos unió,
y mi alma estéril incansable vagará sin cesar
hasta perderte queriendo encontrarte
y mi pensamiento perdurará fabricando historias
hasta forjar tu cuerpo nuevamente entre mis manos.
y mi pensamiento perdurará fabricando historias
hasta forjar tu cuerpo nuevamente entre mis manos.
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