Ahora sé
de esta borrachera
de los sentimientos
de este cruzarnos
por la misma ciudad
sin buscarnos
de este techo
bajo el que despertamos
esporádicamente
compartiendo
las mismas taras
la misma vergüenza
de sabernos que no sabemos
de aquél recuerdo
que alejamos
con un ademán
como el humo de una colilla mal usada.
Sé de tu respiración
de tu cansancio
de nuestras falacias
ante ciertas palabras
necesarias e inútiles.
Entonces
tu silencio
y tu mirada
y mi mala sonrisa
que dice más
pero vale menos
y así sucesivamente
en este juego infinito dónde gana el que pierde
sin ganar lo perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario