No basta confinar el desaliento
a los ángulos de la noche.
Es imprescindible
la claridad y sus riesgos
penetrar el vacío
como una marea caliente.
Que la luz y las sombras
descubran otro idioma
sin huecos ni nostalgia.
¡Algo!
más acá del desconcierto.
que truco hizo la noche
que el infierno pesa entre los dientes.
Vacío de homenajes
me presto al funeral de los espejos
sólo para resistir
esa resaca triste y acostada
en la alegría de tus recuerdos.
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