Gritar mis aciertos y desiertos,
mi aurora,
mi ocaso.
Estrujar la garganta con hilos de nubes
o enjambre de sedientas agujas.
Que no retorne el eco,
que no se bifurque el sonido.
Gritar de pie,
con mi cetro,
con mi vagabundo despojo.
Gritar ante águilas aguerridas
o ínfimas campanas.
Gritar y ser hormiga,
neón,
disfraz,
sucumbir ante mis absurdos,
clonar mis odiseas y
que estas sean eternas proezas.
Gritar con el silencio,
con todo mi humo,
con el negro alquitrán,
despojarme de la ira y ser viajero errante.
Gritar gritando todo,
gritando nada
hasta que resurjan las palabras que olvidé.
Despliego mi voz,
empiezo a ser libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario